Sobre mi

Después de muchos años como masajista y osteópata, me diagnosticaron una hernia discal en la lumbar que no me dejaba hacer vida normal. La única solución que me daban era pasar por quirófano, pero como en aquel momento era muy joven no me apetecía pasar por una operación de ese calibre. Empecé entonces a buscar ejercicios o alguna técnica que me aliviara ese dolor y que pudiera tener mejor calidad de vida. Probé de todo y, al final, descubrí el yoga. Me empecé a sentir bien, aliviaba mi dolor, me sentía más flexible y estaba mejor conmigo misma. Tras muchos años como alumna, empecé a ahondar en el tema.

Mi primera incursión en el yoga fue con el profesor Santiago Phazin, con quien hice en 2006 el nivel básico y tres años más tarde, en el 2009, el nivel superior de Hatha Yoga. Desde entonces he seguido formándome. Aún hoy continúo aprendiendo con diversos profesores.

En el año 2010 decidí profundizar más en la práctica yéndome a India con Sivananda, academia mundialmente conocida. Estando allí me fui a Rishikesh, cuna del yoga, donde aprendí de varios profesores, entre ellos el Maestro Surinder.

En el año 2016 me preparé en Aeroyoga en Madrid con Rafael Martínez, creador del método, en un curso avalado por la Royal Alliance de yoga. En 2020 hice el curso de Experto Universitario en Yoga Terapéutico por la Universidad Tecnológica Cardenal Herrera y acreditado por la European Yoga Alliance. He hecho talleres con Mira Mheta en Madrid y en su centro de Londres, con Eyal Shifroni, autor de los libros ‘Una silla para yoga’, y con Martine le Chenic en León. Desde 2013 estoy preparándome en yoga Iyengar, modalidad de la que imparto clases actualmente.